La pandemia generada por el COVID 19 ha tenido un impacto en múltiples áreas de la salud pública, una de ellas es sobre las personas afectadas por el síndrome del mono deficiencia humana. Se conoce sobre los estudios que inicialmente consideraron para el manejo de las personas infectadas por SARS CoV-2, el uso de algunos antirretrovirales predominantemente del grupo de los inhibidores de proteasa y dentro de ellos el manejo con lopinavir/r Que había demostrado una eficacia clínica in vitro contra este y otros tipos de coronavirus. También se asumió qué el agente causal de COVID 19 podría generar una respuesta de citocinas diferente en personas con sistemas inmunológicos disfuncionales como sucede en las personas que viven con VIH. Existió evidencia qué demostraba cierto efecto de la terapia antirretroviral combinada en la progresión de personas con VIH afectadas por COVID 19, sin embargo, estudios recientes han demostrado una respuesta inflamatoria y una activación persistente del complemento como marcadores de progresión grave en COVID19 lo que apoyaría la teoría que la terapia antirretroviral combinada no genera una supresión por completa de este estado inflamatorio crónico.
